El negociado del yin y el yang

Autor:
Mendoza Garriga, Eduardo
Editorial:
Seix Barral
ISBN
9788432235870
Idioma
Español
Fecha de Publicación
2019
Nº de páginas
382
Formato
Rústica
Disponibilidad:
Disponibilidad inmediata
20,90€

En la primavera de 1975 Franco tiene los días contados. Inquieto y estimulado por los nuevos aires de cambio y esperanza que comienzan a respirarse en España, Rufo Batalla planea su regreso a Barcelona. Cuando está a punto de abandonar Nueva York recibe una sugerente propuesta del príncipe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo relacionada con su disparatado plan de reconquista del trono de Livonia, un país hoy inexistente.
A sabiendas de que Tukuulo aparece en su vida tan alegremente como desaparece y le manipula a su antojo, Rufo se deja llevar por su admiración y sincero afecto por el monarca y acepta una misión incierta en Oriente. Una vez allí, descubrirá que éste no es el último ni el único destino de esta enloquecida aventura.
Eduardo Mendoza prosigue la serie iniciada con El rey recibe, y recorre de forma extraordinariamente lúcida y con gran sentido del humor algunos momentos históricos, culturales y sociales del siglo XX a partir de la peripecia personal del protagonista, el cumplidor Rufo Batalla. Su formalidad e insatisfacción son el contrapunto perfecto del formidable príncipe Tukuulo, y su pintoresca relación es la puerta de entrada a un mundo absurdo en el que todo es posible.

"En la corte imperial del antiguo Japón existió un departamento ministerial consagrado al yin y al yang. Este método de distribución de las fuerzas que rigen el universo había entrado en el Japón, como casi todo, de la China y se le había atribuido tanta importancia que se le dedicó todo un sector administrativo, cuyas funciones eran nulas, pero cuya mera existencia honraba un concepto que encerraba en sí el orden del cosmos. El negociado de mi título alude a esta subdivisión gubernamental y también a la forma de gestionar las misteriosas fuerzas que nos llevan de un lado para otro. Según este principio, todo depende del equilibrio entre el yin, que representa el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción, y el yang, el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración. En virtud de este equilibrio, el envejecimiento se debe a la pérdida de terreno del yin con respecto al yang. Y como esto, todo. No hace falta añadir que a mí, como ateo y aficionado al fútbol, el concepto del yin y el yang me parece un disparate. Pero no ignoro que a su sombra se desarrollaron grandes civilizaciones."