Raúl Cordero. Heaven Is a Place in the Mind. El paraiso es un lugar en la mente
A través de una selección del artista, la obra se despliega en su contexto expositivo, generando un diálogos entre las propias pinturas y con el lector/espectador.
Su antitipografía, las palmeras, los paisajes monocromáticos o las figuras desenfocadas son algunos de los elementos constitutivos del lenguaje visual de Cordero.
A través de ellos, subvierte la función comunicativa y nos coloca al límite de lo ininteligible. Cuestionando la saturación informativa y tecnológica, su obra produce un cambio en la temporalidad perceptiva del espectador, a quien fuerza a detenerse, a prestar atención, a interrogarse.