Escenarios del arte bizantino
Bizancio, el imperio que asentó sus dominios sobre las tierras de buena parte del Mediterráneo oriental durante más de mil años, desarrolló una civilización cuyo esplendor había de deslumbrar a sus contemporáneos, influyendo en modas y estilos, en latinos, eslavos y musulmanes; una fascinación que llega hasta nuestros días.
Hoy se tiende a considerar al arte bizantino no como un ramillete de obras maestras asociadas a edades de oro, arropadas por basileis y dinastías, sino integrado en los escenarios, aspiraciones y responsabilidades de la sociedad en la que surgió; lejos de la imagen estática que han ofrecido los estudios tradicionales. Pues se vio afectado por los cambios de gusto, el progreso técnico, las posibilidades materiales de civiles y religiosos y las relaciones con sus vecinos, aliados de la koiné y enemigos.
Para encontrar a Bizancio en sus maravillosas obras de arte, parece aconsejable un acercamiento temático, a tenor de su complejidad en el tiempo, hubo un Bizancio después de Bizancio , y el espacio, de sus fronteras cambiantes. Su herencia ha atravesado épocas de misterio y oscuridad. Obras de Gustav Klimt, Vasili Kandinsky, Natalia Goncharova o Andrei Tarkovsky revelan su modernidad y actualidad.